miércoles, 24 de octubre de 2012

SALIDA DEL PUENTE DE EL PILAR

Como siempre que se puede por estas fechas y aprovechando algún puente, nos hemos ido algunos, pocos, valientes a quemar gasolina y probar alguna exquisitez.
 Hace algunos años hicimos un recorrido, parte de día y parte de noche. Quedamos encantados con lo poco que pudimos ver y nos propusimos hacerlo otra vez, pero al revés.
Lo hemos conseguido, aunque ha sido entre bigotada y bigotada. Lo siento por los CACHARROS que llevaron mas peso del que tenían a la salida de casa. Cosas que pasan.

La primera etapa fue la mas larga. Tuvimos que enfrentarnos a los 425 Km. que hay hasta Navia (Asturias), y además con bastante lluvia. Todo se llevó con alegría y ganas. Hotel, sidrina con pinchos, cena con marisco y a dormir.

 A Masa no lo querían detener, sino que los munipas eran aficionados también a los Clásicos.

 La segunda etapa era la de las curvas. Para hacer 28 Km. necesitamos una hora . Que gozada de carretera y paisajes. No nos llovió y encima la niebla fue levantando según nos acercábamos. Por fin y a la hora prevista llegamos a Pola de Allande. Solo comimos lo que pudimos, aunque había más. Las señoras se tuvieron que soltar los cordones de las fajas, pero no protestaron. Unos pocos kilómetros más y a Ponferrada a tomar algo y dormir.

La tercera etapa era otro de los propósitos del viaje. Cocido Maragato en Castrillo de los Polvazares. Para ello nos fuimos por Foncebadón, es decir por el Camino de Santiago, pero al revés. Ponferrada, El Acebo, Foncebadón, Castrillo de los Polvazares. Pasamos de 512 metros de altitud de Ponferrada a los 1500 en La Cruz de Hierro y bajando otra vez a los 870 de Astorga. Mas afloje de fajas y agujeros del cinturón. La próxima vez iremos con tirantes. Chupitos en Astorga y a dormir a Sahagún. Tampoco estábamos solos, había mas clásicos por la zona





Cuarta etapa.Se está estudiando cambiar el nombre a la Escudería. El nuevo debería ser Gastrosport; todo se conseguirá con dos o tres jamadas más. En cualquier caso y para disimular, este día nos fuimos de cultura. Vimos y nos asombramos con las casas romanas de Quintanilla de la Cueza y La Olmeda, cerca de Saldaña. Merecen la pena, de verdad. Después y para no perder la costumbre buen yantar y para casa. Se puso de nuevo a llover, pero ya no importaba demasiado. Un zurito cerca de casa y cada mochuelo a su olivo.

 

Otro año más

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